«El croché es un medio terapéutico que ayuda a sanar»

Al aterrizar en el aeropuerto de Madrid en marzo de 2022, Rafael J. Alcaide se encontró con un grupo de mujeres y niños ucranianos que acababan de llegar a España. Escapaban de su país, en guerra. En ese momento supo que tenía que hacer algo. Y así es como se puso en marcha Amoami, un original proyecto de integración y ayuda a través del diseño de ositos tejidos a ganchillo.

¿Cómo nace Amoami?

Amoami surge como una forma diferente de ayudar a Ucrania. Nos quedamos muy tocados al ver la cantidad de refugiados que llegaban a España y a otros países de Europa y queríamos ayudar creando algo, no aportando ayuda humanitaria solamente sino dándoles algo más.

¿Cómo surge la idea del diseño del osito de croché?

Nos encanta la artesanía y sabíamos que en Ucrania la tradición por la costura, el ganchillo y el bordado, es casi una cuestión de patrimonio cultural y artístico. Queríamos crear un símbolo para la comunidad refugiada, un animal/peluche con el que la resistencia se pueda asociar y no esté relacionado con las armas y la violencia. Es así como ensamblamos el arte del amigurumi (peluches a croché-ganchillo) con un símbolo que se identificara con Ucrania. La diseñadora de croché Rita Ruiz, hizo este patrón con clara inspiración ucraniana ya que en el bordado de la bufanda replicamos la típica camisa ucraniana bordada, llamada Vyshyvanka.

¿En qué consiste el proyecto?

El proyecto consiste en ayudar a aquellas mujeres que han llegado a países en Europa a integrarse y a tener un propósito durante el tiempo que permanecen fuera de sus casas. Amoami quiere dar un sentido a este sinsentido en el que nos encontramos debido a la invasión rusa en Ucrania. La principal misión es utilizar algo que les apasiona (la costura y el ganchillo) como terapia y como herramienta para crear una comunidad en la que puedan forjar lazos de amistad y puedan compartir su vida con otras mujeres en su misma situación.

Actualmente realizamos talleres de croché casi todas las semanas en diversas ciudades españolas y suizas, y es ahí donde se reúnen para tejer los ositos Amoami.

«Queremos dar sentido al sinsentido de la guerra y ser un símbolo de resistencia»

¿En qué estado de ánimo llegan las mujeres a la asociación?

Al principio cuando empezamos en abril-mayo de 2022, había cierto escepticismo entre el primer grupo de mujeres y también algo de miedo a compartir información. Una vez vieron, tras el segundo taller, que íbamos a trabajar duro para convertir Amoami en un símbolo de resistencia, empezaron a abrirse y a integrarse en el grupo. Hoy día, muchas de ellas son amigas y son parte de una asociación que les ayuda a encontrar un propósito.

¿Cómo es la comunicación con ellas? ¿Les resulta fácil aprender el idioma?

Algunas de ellas tenían familiares en España y sabían algo de español. Al principio necesitábamos ayuda de traductores casi todo el tiempo, sin embargo ahora la mayoría habla español y algunas también inglés, por lo que es una comunicación multilingüe.

¿Qué les reporta Amoami a estas mujeres y a sus familias?

En primer lugar, el croché es un medio terapéutico que ayuda a sanar, les ayuda a evadirse de pensamientos negativos y de muchos horrores que han vivido y/o familiares suyos están aún viviendo allí.

En segundo lugar, Amoami es comunidad, un espacio en donde todas las mujeres son bienvenidas a participar. Están en un país que desconocían. Su vida, sus amigos, familiares… todo ha cambiado, por lo que es muy importante ayudar en el sentido de pertenencia.

Por último, Amoami emplea el dinero de las ventas en ellas y en expandir el proyecto y llevar la iniciativa a más comunidades de refugiadas.

¿Cómo  ha sido la expansión del proyecto en estos meses?

Empezamos en Madrid, donde gracias a La Casa Encendida tenemos un espacio para reunirnos. A continuación, debido al interés creado en grupos de ucranianas en otras ciudades, Amoami se extendió a La Coruña, Lugo, Alicante, Málaga y Segovia. En verano de 2022, con la ayuda de Free Ukraine, pudimos conocer a más refugiadas que estaban en Suiza y abrimos varios grupos en Basilea, Berna y Lausanne.

En la actualidad, debido a que algunas mujeres han vuelto a Ucrania, trabajamos para poder tejer y llevar Amoami hasta allí. Por otra parte, hemos trabajado con ilustradores y periodistas en la realización de varios proyectos, como un documental.

El proyecto se centra en ayudar a mujeres ucranianas y a sus familias desplazadas por la guerra, ¿os planteáis colaborar con otras causas?

Por supuesto, Amoami tiene en Ucrania y los refugiados su semilla, pero queremos crecer creando felicidad y dando un propósito a diferentes grupos en situación de vulnerabilidad.

¿Cómo podemos colaborar? 

¡De mil maneras! En primer lugar, lo más importante es hacerse con uno de los ositos Amoami para cualquier ocasión especial, como un regalo de cumpleaños o celebración de nacimiento, etc. Se pueden adquirir a través de nuestro Instagram, Facebook o bdeb.es

Estamos activamente buscando canales de venta a través de establecimientos de venta al público o plataformas online. También necesitamos a gente que nos pueda ayudar en la difusión del proyecto en medios de comunicación, así como en la coordinación de redes sociales, página web, etc. Cualquier persona que quiera formar parte de alguna manera u otra, nos puede contactar a través de info@amoami.eu